Los altos estándares de calidad en el sector de la máquina herramienta hacen que los fabricantes requieran de maquinaria precisa y fiable. En este contexto, Bourgogne Precision Mécanique, empresa ubicada en Longvic (Francia, Côte d'Or), hace años decidió apostar por incluir tornos CMZ en su línea de producción. Destacan de ellos la robustez y precisión, cualidades que han perdurado con el paso del tiempo y que hacen que la máquina siga "como el primer día".
"Aunque al principio teníamos algunas dudas sobre la calidad de las máquinas, debido a que su precio es de los más asequibles del mercado, estas incertidumbres desaparecieron rápidamente una vez que descubrimos lo que es realmente una máquina CMZ. Son fiables, precisas y dignas de confianza. CMZ ofrece características diferentes a las de otros fabricantes."
NOMBRE: Bourgogne Précision Mécanique
UBICACIÓN: Longvic
ACTIVIDAD: Mecanizado de precisión
MÁQUINAS:
Bourgogne Précision Mécanique (BPM) es una empresa ubicada en Longvic (Francia) que nace de PARKER HANNIFIN, una antigua compañía especializada en tecnologías de movimiento y control. Philippe ROUSSEL y Mohamed ENNAIMI, profesionales con una larga experiencia en la producción de piezas, decidieron hace más de 10 años hacerse cargo de la producción de PARKER en las instalaciones de Longvic con unos pocos empleados. Su principal actividad es la producción de piezas estándares y complejas para diferentes sectores industriales: energía, médico, aeronáutica, defensa, etc. Para ello, cuentan con un parque de maquinaria con el que ejecutan diferentes procesos de mecanizado, como el torneado, fresado y rectificado, entre los que se encuentran dos tornos CMZ.
El sector de la máquina herramienta ha vivido numerosos cambios durante las últimas décadas que han hecho que empresas como Bourgogne Précision Mécanique hayan tenido que adaptarse. La compañía identificó un aumento de la competencia en el negocio del mecanizado de precisión, lo que sacó a la superficie la necesidad de destacar por la innovación y la calidad de las piezas fabricadas. Además, los proyectos a afrontar eran cada vez más personalizados, ya que los clientes exigían con frecuencia piezas a medida, y para ello era necesario que los procesos de producción fueran flexibles. La inversión, además de cumplir con las exigencias en cuanto a precisión y eficacia, debía ser escalable en el tiempo.
La transformación del mercado y los retos presentados exigieron a Bourgogne Précision Mécanique una adaptación continua a la evolución y la tecnología. Buscaban optimizar los costes de producción manteniendo la calidad, cumpliendo rigurosamente con las estrictas tolerancias. Aun a día de hoy, la empresa mecaniza piezas de diferentes materiales, desde metales simples hasta compuestos, lo que hizo que requirieran de maquinaria versátil y de extrema precisión.
La compañía supo de la existencia de CMZ a raíz del actual director comercial de CMZ France, Laurent Loustalot. Su pasión, la tecnología y el compromiso inquebrantable con la marca fue algo que les impresionó desde el primer momento. En cada proceso de inversión, Bourgogne Précision Mécanique realiza un estudio técnico en profundidad para elegir la máquina más adecuada. CMZ brindó su apoyo desde el primer momento con personal técnico experto en la materia y un asesoramiento continuo.
Para llevar a cabo la primera inversión, no se fijaron únicamente en la documentación técnica y en el precio, si no en la calidad de los equipos técnicos. CMZ fabrica más del 80% de los componentes de sus tornos en instalaciones propias, adquiriendo así un know-how y especialización en el producto. Por ello, no dudaron en mostrar a Bourgogne Précision Mécanique todos los detalles de las máquinas, lo que tranquilizó y reforzó la confianza en la empresa.
Convencidos por la seriedad de las soluciones propuestas por CMZ, Bourgogne Précision Mécanique apostó por la inversión en la primera máquina. Una decisión de la cual, en palabras del señor ROUSSEL, nunca se han arrepentido.
La primera inversión en un torno tuvo lugar en el año 2015, con la adquisición de un TC-35-Y-1350, seguido años después por un TD-35-Z800. Con estos equipos la empresa completa sus medios técnicos para el mecanizado de piezas de alta precisión. La serie TD está formada por tornos de bancada prismática que permiten múltiples opciones de configuración. Desde el primer momento, CMZ se integró en el proyecto ayudando a Bourgogne Précision Mécanique a tomar decisiones técnicas ajustadas a sus requisitos. La puesta en marcha fue rápida y no precisó de una gran intervención post-venta para alcanzar los objetivos de calidad deseados.
Son varias las razones por las que BPM decidió apostar por CMZ. Una de las características que destacan son la robustez y precisión del torno, cualidades que se han confirmado a lo largo de los años de uso. El precio es otra de las variables a tener en cuenta ante cualquier compra. En un principio, la empresa tuvo dudas sobre la calidad de las máquinas, ya que su precio era de los más asequibles del mercado. Pero esas incertidumbres desaparecieron con el uso y funcionamiento continuo de la máquina.
Dentro de las características técnicas, Bourgogne Précision Mécanique destaca las ventajas del uso del eje Y y las 12.000 rpm que alcanza la torreta. Gracias a ello, la compañía ha optimizado las operaciones de fresado. Además, la robustez de los tornos CMZ les ha permitido la producción tanto de piezas únicas como de series.
La satisfacción del cliente es un pilar fundamental para CMZ, y casos como los de Bourgogne Précision Mécanique son de los que acaban sacando una sonrisa a cualquiera. En sus palabras, "se encuentran ante un grupo de personas apasionadas y honestas que han brindado apoyo técnico de forma directa". Además, el hecho de contar con un servicio post-venta propio siempre dispuesto a brindar soporte profesional hace que BPM recomiende al 100% CMZ.
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